Una ciudad activa y acogedora
Granollers es una ciudad mediana, próxima al mar, al macizo del Montseny y a Barcelona. Capital de la comarca del Vallès Oriental, está situada en medio de una densa red de comunicaciones que la convierte en una ciudad accesible y punto de encuentro de mucha gente de la comarca. Sus habitantes tienen fama de acoger con hospitalidad a los visitantes.
Su actividad económica se reparte entre un destacado sector de servicios y una potente industria diversificada, a la vez que conserva todavía una buena porción de suelo agrícola. Destaca el comercio, especialmente asentado en el centro de la ciudad, acondicionado solo para los peatones. Su tradición comercial se remonta a siglos atrás, ya que se conserva testimonio escrito que en el siglo XI ya existía mercado ambulante, que se mantiene hoy con toda su viveza y popularidad.
Una de las razones por la cual es conocida Granollers más allá de su entorno es por su afición al balonmano, practicado en la ciudad desde hace setenta años gracias al Club Balonmano Granollers, que además de formar parte de la élite estatal de este deporte, desempeña una destacada tarea de formación de jugadores.
Granollers es una ciudad rica en entidades de todo tipo, hecho que se traduce en una actividad cultural, deportiva y social constante a lo largo del año, impulsada por una sociedad civil fuerte y creativa. Su original fiesta mayor protagonizada por Blancs y Blaus, dos grupos que rivalizan en una serie de pruebas competitivas, es una cita ineludible para comprobar el alto grado de implicación popular.
Una buena manera de observar el pulso de la ciudad es darse una vuelta por la céntrica plaza de la Porxada, presidida por esta antigua lonja de grano del siglo XVI, que acoge todo tipo de manifestaciones ciudadanas: desde el paseo y el juego de los más pequeños, al trajín del mercado cada jueves, o como escenario de actuaciones musicales o festivas. Declarada Bien Cultural de Interés Nacional, la Porxada es el monumento más representativo de la ciudad.
Buen nivel de equipamientos y servicios
Granollers, con 60.000 habitantes, es una ciudad con buenos equipamientos y un alto uso del espacio público. Capital de la comarca del Vallès Oriental, concentra servicios comarcales como el Hospital General de Granollers, un moderno edificio judicial o el Centro de Servicios a las Empresas de Can Muntanyola.
Son también relevantes los escenarios para la cultura. Una antigua fábrica textil de 17.000 m2, Roca Umbert, es hoy un centro de producción, formación y difusión de la creación artística. En su interior conviven desde una biblioteca, a un espacio expositivo, un equipamiento audiovisual, un centro para la cultura popular y tradicional y talleres de artistas, entre otros. En este equipamiento se ha conservado La Térmica, la central que transformaba y distribuía la energía de la antigua fábrica, ejemplo de la arquitectura industrial de mediados del siglo XX.
El Teatre Auditori de Granollers, con sus diferentes espacios, acoge espectáculos de teatro, danza, música y ópera.
El Museu de Granollers programa regularmente exposiciones de arte contemporáneo de su fondo arqueológico y etnográfico, mientras que el Museu de Ciències Naturals, recientemente ampliado con un nuevo edificio, muestra importantes colecciones de mariposas y murciélagos. Dispone además de un planetario, único en la comarca, que programa sesiones de iniciación a la astronomía.
La Adobería d’en Ginebreda es el espacio patrimonial que, a partir de la actividad de la tenería, da a conocer la transformación medieval de Granollers.
Cinco centros cívicos dispersos por la ciudad y el GRA, destinado al público juvenil, son otros ejemplos de la diversidad de equipamientos con los que cuenta la ciudad.
La práctica deportiva, seña de identidad
La práctica del deporte está muy arraigada en la identidad de Granollers gracias a más de sesenta entidades deportivas, a la multitud de instalaciones y a competiciones de larga trayectoria como la Mitja Marató de Granollers o la Granollers Cup, el torneo de balonmano base más destacado del sur de Europa.
El hecho de que Granollers sea ciudad referencia en el balonmano estatal le ha otorgado el honor de acoger eventos extraordinarios como ser la subsede de balonmano de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 o el Mundial de Balonmano de 2013.
La natación, especialmente la sincronizada, y el bádminton, a través de sus clubes respectivos, también atesoran practicantes y reconocimientos.
Para los amantes del motor, vale la pena acercarse al Circuit de Barcelona-Catalunya, para disfrutar de las numerosas actividades y competiciones que se organizan durante todo el año, entre las cuales destacan los grandes premios de Fórmula 1 y de motociclismo.
Tradición comercial, desde época romana
Granollers es en la actualidad una de las capitales comerciales más importantes de Catalunya. La tradición comercial de Granollers tiene su origen en la vía augusta romana y en la ciudad que se fundó en este lugar de paso junto al río Congost.
En los últimos años el centro histórico se ha transformado en un espacio para los peatones casi 60.000 m2 especialmente pensado para pasear con tranquilidad y a la vez disfrutar de una variada oferta comercialc con más de 500 establecimientos comerciales en el centro histórico, especialmente de ropa, calzado y complementos. Los sábados por la tarde transitan por estas calles peatonales miles de personas procedentes de otras ciudades y pueblos de la comarca.
Las plazas del centro de la ciudad se llenan cada fin de semana de pequeñas ferias y mercados de alimentación artesana y de actividades lúdicas diversas. Las distintas asociaciones de comerciantes destacan por su dinamismo y por su implicación ciudadana.
Otra buena muestra de la actividad económica de la ciudad se produce alrededor de la festividad de la Ascensión, cuando se celebra una feria multisectorial de larga tradición, que se complementa con actividad cultural y festiva.
Amplia oferta de restauración y hotelera
Granollers destaca por la calidad y la cantidad de sus restaurantes, en los que podemos encontrar una oferta variada que, en su mayor parte, asienta sus bases en la cocina catalana más tradicional, pero también con frescas pinceladas de la joven cocina de creación.
Todos los jueves se repite, en algunos restaurantes colindantes al mercado, la tradición de los desayunos de cuchillo y tenedor. En ellos, como se hacía antaño cuando en el mercado se comerciaba con animales, además de comer bien se cierran tratos y se generan tertulias.
Uno de los platos que más se degusta es la prestigiosa judía del ganxet, legumbre local con denominación de origen. En los últimos años y, especialmente asociado a la Fiesta Mayor que se celebra a finales de agosto, se ha popularizado el postre del Rajol, un dulce de hojaldre, crema de cacao y relleno de trufa y praliné de avellana.
La buena situación geográfica de Granollers, su dinamismo económico y el hecho de que la ciudad haya sido capaz de atraer eventos de interés propició el desarrollo de una buena planta hotelera que hoy se concreta en nueve establecimientos y 1.400 plazas.