Ciclismo i mindfullness: lo mejor de los dos mundos

Ciclismo y mindfulness son el tándem perfecto para explorar nuevos caminos de conocimiento personal mientras nos movemos sobre dos ruedas. Ya no nos conformamos solo con hacer deporte y escapar de la rutina, ahora añadimos un nuevo ingrediente: la atención plena.

¿Qué significa mindfulness?

Para aquellos que no estén familiarizados con el término, mindfulness es el término anglosajón que pone nombre a lo que conocemos como atención plena.

¿Y qué es la atención plena?

Pues es una técnica que implica estar presente en cuerpo y alma en todo lo que haces.

En palabras más simples, significa disfrutar del momento presente y aprovechar al máximo cada día.

Ser atento y observador.

Significa también ser amable con uno mismo y con las propias emociones, y no dejarse atrapar por el exceso de pensamientos o la preocupación por el futuro.

La atención plena es una herramienta poderosa que puede ayudarte a sentirte más tranquilo, más feliz y más controlado. A luchar contra los sentimientos difíciles y a relajarte cuando estás estresado.

En resumen, a afrontar mejor las dificultades de la vida.

Así que si quieres conocer un poco más en qué consiste y cómo combinar ciclismo y mindfulness, quédate con nosotros y sigue leyendo.

Cómo incorporar el mindfulness a tu vida cotidiana

El hecho es que el mundo del mindfulness está creciendo exponencialmente y cada vez más personas de diferentes ámbitos están redescubriendo los beneficios de su práctica.

Su finalidad es controlar aquellas emociones y pensamientos negativos que nos pueden asediar, sin avisar, en cualquier momento del día y torcernos por completo.

Su práctica requiere algún tiempo de dedicación, pero una vez se consigue se puede aplicar en entornos tan dispares como en el tren, mientras cocinas, mientras trabajas, o incluso, y de eso es de lo que hablaremos hoy, mientras vas en bicicleta.

¿Qué tienes que tener en cuenta para empezar a practicar?

Respiración consciente

Comienza por concentrarte en tu respiración. ¿Cómo entra y sale de tu cuerpo? Fíjate si hay alguna tensión en el pecho o el estómago, o si el aire se siente frío o caliente cuando entra y sale por la nariz.

Es posible que notes que tu respiración cambia de manera natural con el tiempo: a veces respiras rápidamente, otras veces respiras lentamente, a veces puedes notar que tu respiración se vuelve superficial cuando estás estresado.

Se trata de que en los momentos en que la notes alterada, te tomes unos minutos de descanso para poder equilibrarla de nuevo.

Meditación

Una buena manera de comenzar a practicar la atención plena es la meditación. Siéntate cómodamente con la espalda recta y cierra los ojos o mira suavemente hacia abajo, a un punto que tengas delante. Deja que los pensamientos entren y salgan de tu consciencia sin juzgarlos.

Para poder alejarte de pensamientos negativos y angustias, piensa en un lugar que te guste mucho estar, o intenta visualizarte en alguna situación donde te sentiste muy feliz. Una vez allí, recoge cómo te sentiste en ese momento e intenta llevar esa emoción positiva al presente.

El poder de los alimentos

Dicen que el estómago es como un cerebro y, por tanto, una buena o mala digestión, pueden alterar nuestras emociones y pensamientos. El mindfulness nos dice que comamos despacio fijándonos bien en el sabor y la textura de los alimentos. También nos advierte de que es muy importante, lo que pensemos mientras comemos: nos recomienda ser capaces de centrar la mente en este momento, no aconseja ver noticias o leer informes del trabajo durante las comidas.

Relajación muscular

Saber contraer y relajar grupos de músculos, como los de la cara, el abdomen o los brazos y manos, nos puede ayudar a tomar conciencia de nuestro cuerpo y a empezar a escucharlo.

Hay que pensar que muchos de los dolores corporales que padecemos son provocados por nuestras propias emociones.

Probar un ejercicio de relajación antes de acostarte te ayudará a practicar y a poder aplicarlo en otros momentos del día que lo puedas necesitar.

¿Cómo afecta el ciclismo a tu estado de ánimo? Ir en bicicleta resulta una forma maravillosa de mantenerse en forma, escapar de la rutina diaria y sentirse más feliz.

Las investigaciones demuestran que la práctica del ciclismo puede aumentar la felicidad hasta un 63%, gracias a una mayor exposición a la luz solar y al contacto con el aire libre.

Actualmente, las prisas, el tráfico o la contaminación afectan nuestras vidas de muchas maneras diferentes, pero lo que más padecemos, sobre todo en las ciudades, es el ya conocido por todos: nuestro estimado estrés.

Cuando estamos al límite de nuestras posibilidades caemos en incumplimiento de plazos en el trabajo, en noches de insomnio, o en episodios de ansiedad o desequilibrios alimentarios.

Simplemente no podemos más.

Es por eso que ir en bicicleta nos ayuda a dar una dimensión más humana, sostenible y divertida a nuestra vida.

Pero además, en términos de salud, la práctica del ciclismo ayuda a reducir la presión arterial y a disminuir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y, por tanto, a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.

Por otra parte, como con otras actividades físicas, con el ciclismo liberamos endorfinas y dopamina, que son las llamadas hormonas de la felicidad.

En consecuencia, tanto si eres de los que van en bicicleta al trabajo, como si eres de los que una vez a la semana van a la montaña a dar una buena pedalada, el ciclismo te ayudará a sentirte más fuerte emocionalmente, para enfrentar los retos de la vida con una mirada más positiva.

¿Los beneficios de combinar ciclismo y mindfulness?

Ya hemos conocido los beneficios del ciclismo y de la atención plena por separado y ahora toca ver como los combinamos porque su práctica no deja indiferente a la cabeza de nuestros corazones.

Desde el mundo del deporte, Patrícia Ramírez, especialista en psicología deportiva, en su artículo en www.sportlife.es dice que el mindfulness:

«Aumenta la concentración, mejora la atención y regula las emociones,

todos son aspectos clave para mejorar el rendimiento deportivo.

Consiste en conseguir que toda nuestra atención se dirija a un solo foco:

lo que estás haciendo, sea correr, nadar, saltar o jugar a futbol».

Si tenemos que extraer una palabra clave de la explicación de la Patrícia, esta seria foco.

Ciclismo y mindfulness quieren decir que durante la práctica del ciclismo nos enfocamos en aspectos como nuestra manera de pedalear, nuestra respiración o en la fuerza que hace con brazos y manos cuando cogemos el manillar de la bicicleta.

También en nuestra ruta, en las sensaciones y en disfrutar del paisaje.

De todas formas nos servirá para hacer una ruta en BTT por la montaña si toda la gente está pensando o hablando de nuestros problemas personales o laborales.

Es más, al fin y al cabo podemos lesionarnos o sufrir algún accidente si nuestros pensamientos no están ahí.

El mindfulness aplicado al ciclismo hace que cada vez que nuestra mente se divaga, tengamos que poner atención en lo que hacemos, y ser capaces de recuperarla y volverla a lo de antes.

De esta manera conseguiremos la atención plena a todo lo que estamos haciendo, y podremos gozar plenamente y absorber todos sus beneficios.

¿Cuáles son los resultados de combinar ciclismo y mindfulness?

Con todo lo que hemos explicado, estoy seguro de que serán buenos.

No hay duda. Sí, tanto por la actividad física en si misma, como por la atención plena que te dedicarás de forma consciente.

La combinación de ciclismo y mindfulness, asegura una desconexión total del goteo de pensamientos que rondan por tu cabeza día tras día.

Este rato de limpieza mental y de gozo si lo haces con freqüencia se traducirá en un mejor control del estrés, la ansiedad e incluso los dolores corporales, como las contracturas que sufrimos a lo targo del año.

¿Te apuntas al bicifullness?

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