Caldes de Montbui es una villa situada en el Vallès Oriental, a treinta kilómetros de Barcelona, que tiene el privilegio de ser la primera villa termal de Cataluña y poseer las Termas Romanas mejor conservadas de la Península.
Su situación al pie de la montaña El Farell (805m), en una zona de pliegues y fracturas, facilita el afloramiento de las aguas termales que emanan a una temperatura de 76ºC, una de las más elevadas de Europa. Gracias a este recurso natural, el municipio goza de una condición privilegiada que ha influido mucho en su desarrollo urbanístico, y su legado histórico, tradicional y cultural.
El termalismo ofrece los principales atractivos de Caldes de Montbui, pero también se suman otros: la flora y la fauna del entorno, que ofrece senderos y recorridos naturales, los equipamientos deportivos, los centros dedicados a la cultura, el movimiento comercial, y las fiestas y tradiciones como el Mercado de la Olla y la Caldera, la Fiesta Mayor, el Escaldarium. Fiesta del Fuego y del Agua o la Feria de Navidad, entre otras.
Si nos adentramos por las calles del casco antiguo, podemos descubrir con un paseo el itinerario turístico y termal que incluye las antiguas Termas Romanas (siglo II aC), la simbólica Font del Lleó (74ºC), los lavaderos termales, los balnearios, la iglesia parroquial de Santa María, el puente románico (siglo XII) y otros monumentos del románico, barroco y modernismo.
Durante el itinerario también encontramos el Museo Thermalia, un gran centro temático alrededor de la cultura del agua termal que también acoge la exposición permanente de los artistas internacionales Manolo Hugué y Pablo Picasso. Y el Museo Delger, casa novecentista que nos muestra los aspectos más cotidianos de la vida de una familia acomodada del siglo XVIII.
Por lo que a gastronomía se refiere, Caldes de Montbui ofrece una cocina propia y popular catalana, surgida del entorno natural, y basada en productos de la comarca como las “mongetes del ganxet”, los embutidos, con las reconocidas longanizas, las verduras, la pasta, las cerezas, los “carquinyolis”, la miel y los típicos licores como las “Flors de Remei” o el Anís de naranja.