Figaró-Montmany es la puerta de entrada al valle del Congost, el corredor que comunica las planas del Vallès y de Osona, estrecho cortante de la Serralada Prelitoral. Es un municipio abrupto de orografia difícil, que a lo largo de la historia desplazó el asentamiento de la población desde el Montmany y Vallcàrquera hacia el fondo del valle del Congost, ubicándose donde se encuentra ahora. Pocos son los municipios como Figaró-Montmany que ofrecen la posibilidad de accedir a parajes de gran belleza natural utilizando el tren como transporte.
Sorprende encontrar tan cerca de Barcelona un municipio de montaña, con el núcleo encajado entre dos espacios naturales como són los Cingles de Bertí y el Parc Natural del Montseny.
La accesibilidad en tren hace de Figaró-Montmany uno de los municipios más idóneos para los visitantes que buscan caminar disfrutando en plenitud de la naturaleza y hacerlo de la forma más sostenible.
El entorno del valle del Congost, donde se ubica el Figaró, está incluido en la Reserva de la Biosfera del Montseny. Esta figura de protección de la Unesco se creó para preservar un territorio donde la actividad humana ha sabido convivir bastante bien con la preservación del medio natural. Elementos del patrimonio natural y cultural nos recuerdan esta historia de convivencia en parajes tan singulares como la montaña de Tagamanent, Vallcàrquera, el sot del Bac, los cingles de Bertí o Puiggraciós.